sábado, 26 de mayo de 2012

Él

Tanto tiempo sin subir al desván, como si ya no lo necesitara... Pero lo necesito, sí, porque ¿a quien contar, si no, que hoy le he encontrado, le he encontrado y casi no lo he reconocido, tan cambiado, tan... ¿gastado? ¿Envejecido? ¿Feo? No me había dado cuenta de lo mucho que era porque yo así lo quería... Que yo le había creado y no era ni una sombra de lo que yo pensé... Ay, ángel mío, mi ángel, perdóname por haberte confundido en él... Te seguiré buscando, corazón mío, mi corazón extraño, todavía...